Los conceptos de igualdad social e igualdad de género plantean un dilema denominado dilema redistribución-reconocimiento, pero es posible reformular o eludir el dilema para que no se presenten interferencias o conflictos entre estos dos conceptos.
Las políticas de redistribución y reconocimiento
A partir de los resultados que generan las políticas de redistribución que tienen su eje sobre las diferencias de etnia y clase; y las de reconocimiento con su eje en las diferencias de género estas persiguen objetivos que algunas veces parece que entran en conflicto en ciertos puntos y resultan divergentes.
Sin embargo, la propuesta de una economía socialista, combinada con la política cultural deconstructivista, es una buena solución para suavizar las divergencias siempre y cuando se analicen independientemente.
En busca de la igualdad social y de género
Análisis que debe aplicarse a las sociedades contemporáneas de una manera más amplia. Llega el momento en el que los dos puntos, la discriminación por clase y de tipo socioeconómico se llegan a cruzar con otro tipo de grupos afectados por otra discriminación como la del tipo cultural, por lo que se afectan no solo intereses económicos y productivos sino de identidades también.
Es así que es importante tomar en cuenta esta amplitud en la sociedad, donde los diversos ejes llegan a ser tan amplios que si bien un individuo puede ser subordinado en algún punto de la intersección puede ser dominante en otro punto. Pero, ¿por qué esta combinación del socialismo en la economía junto con el de la deconstrucción cultural? La autora Nancy Fraser (1997) habla de tres puntos:
Combinar las políticas de igualdad social con las de igualdad de género
- Se justifica al explicar que en cuanto las colectividades son más bivalentes que los constructores típicos ideales, por lo que deberían preferir también el socialismo sumado a la deconstrucción, lo que debe entonces convertirse en una guía para grupos menos favorecidos.
- El problema no surge de manera endógena sino también exógena. Los ejes que se cruzan muchas veces se pueden agudizar perjudicialmente para un individuo, tal es el caso de una mujer de origen afroamericano e indígena quien se encontrará en múltiples niveles de una manera más aguda, no solo de redistribución, sino también de reconocimiento.
- Y por último, esta es la mejor opción para promover la construcción de coaliciones, es decir, que todo este tipo de luchas fragmentadas de clases, e identidades se concentren hacia una búsqueda afín, que es la de la justicia y la equidad.
Por lo tanto, la intersección de los distintos ejes, ya sean de raza, género, sexualidad y demás intensifican más la necesidad de que las soluciones sean de tipo transformativas y no afirmativas.
La interrelación entre igualdad social e igualdad de género
La autora expone un razonamiento bastante lógico y aceptable como una posible solución o como una suavización al dilema.
El tipo de políticas que tratan a los diferentes ejes o grupos que son parte de una discriminación por su clase (posición social) o por su raza o género sólo de una manera afirmativa, atenúan más la existencia de una diferencia.
Una diferencia que si bien existe, la atenúa en forma de remarcarla, de manera que parece que únicamente promueve el equivocado sentido del concepto de discriminación positiva, otorgando favoritismos y generosidades sólo por el hecho de pertenecer a cierto grupo desfavorecido.
Por otro lado, con políticas transformativas se genera otro punto de vista más amplio para concientizar a la sociedad de que de todos los distintos ejes, el fin último que persiguen, es luchar por la igualdad en un mundo social donde la diferencia y la pluralidad existen en diversas vertientes, sin importar de qué grupo diverso se pertenezca.
MoLo