Una de las principales herramientas que posee el Gobierno y su población para combatir la pobreza, es la educación y la inversión en ella para lograr y conquistar la igualdad política, económica, social y cultural en la sociedad, así como para generar un mejor desarrollo productivo y económico del país.
Y a la vez, lograr que el individuo se provea de las capacidades y habilidades para incluirse en dicho desarrollo, tener una vida digna y realización personal, pues el perseguir este objetivo trae como beneficio, la generación de más y mejores empleos, apertura de nuevos mercados, más ciencia y tecnología, etc.
La Constitución y la educación en México
El artículo tercero de la Carta Magna Constitucional de México estipula que la educación en México atenderá y promoverá tanto el combate a la pobreza fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, así como atiende la inequidad de género, ya que dice: “contribuirá a la mejor convivencia humana con el cuidado que ponga en sustentar los ideales de fraternidad e igualdad de derechos en todos los hombres, evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos”.
La inversión en la educación
Tal y como lo menciona Julia Gallegos Guajardo: “Hong Kong ha dado ejemplo de los beneficios que genera una fuerte inversión en la educación; pues hoy es la séptima nación en cuanto a importaciones y exportaciones como resultado de haber invertido fuertemente en la educación primaria y secundaria”.
Una vez establecido que la educación es un factor importante para combatir la pobreza, no el único, pero sí de los más importantes, puede concluirse que el combate contra la pobreza ya se encuentra implícito al invertir en la educación con una perspectiva de género, porque uno de los grupos más vulnerables a la economía y a la falta de educación es la población femenina. Una sexta parte de la población no sabe leer ni escribir y de ese universo, dos terceras partes son niñas.
¿Por qué México debe invertir en educación?
La educación permite a las personas poder emplear sus capacidades para incrementar sus ingresos económicos y transformar la sociedad en que viven. Hoy en día, hay 130 millones de niños y niñas que están en espera de esa oportunidad. Por ende el brindar un mayor y mejor acceso a la educación y con enfoque de género permitirá que ese cúmulo excluido de población femenina se incluya al desarrollo económico y social del país.
La educación en México
La educación básica y media superior en México lamentablemente sigue promoviendo una educación basada en la estructura cultural del patriarcado y basada en la dicotomía de la esfera pública y privada. Por lo tanto, son los estereotipos y construcciones de género, las que se siguen difundiendo mediante los programas y planes de estudio, exentos de una perspectiva de género, así como la falta de sensibilización de la docencia en esta materia.
La educación pública básica que brinda el Estado había sido diseñada para seguir marcando las diferencias de los roles de los géneros construidos por la historia cultural de nuestro país.
Algunos logros en la educación con enfoque de género
Hasta hace unas décadas, los movimientos feministas y los distintos tratados internacionales lograron transformar un poco a las mentalidades de nuestros gobernantes, instituciones, sociedad y organizaciones civiles, etc. Pero solo un poco, al menos en la redacción del artículo ya mencionado, en el que se encuentra el fundamento y las bases para ir abriendo camino a la educación con perspectiva de género.
La educación en el discurso legislativo
En la historia y cultura de México, es claro encontrar que el contenido del artículo tercero Constitucional no es del todo real, ya que el sistema educativo actual sigue sin contar con un programa estrictamente con perspectiva de género en el que se promueva el último inciso del mismo artículo y tampoco se ha logrado una inversión profunda en la educación de manera que esta llegue a toda la población.
La educación y la familia en México
Otro de los espacios que remarcan las diferencias entre los géneros en la sociedad mexicana surge en el núcleo familiar. Desde el momento en el que el sistema funciona a base de la reproducción de la dicotomía de las actividades y de las esferas en pública y privada, los papeles de reproducción y producción se siguen adquiriendo y perpetuando en los roles de las niñas y los niños.
Entonces, el reforzamiento de la educación pública se encuentra en la educación que reciben las niñas y los niños por parte de su familia, tratando de fomentar estos mismosroles de los cuales ellos son actores.
La educación de las niñas mexicanas
La niña es educada con la idea de que su actuar debe girar alrededor de su papel reproductor, es decir, ser madre, realizar las tareas del hogar y con metas de convertirse en una esposa ideal.
Lo cual acentuará y explotará el desarrollo de las cualidades para ser dulce, condescendiente, sutil, vulnerable, y aprender a no reprimir sus emociones y sentimientos; el mejor ejemplo lo encontramos en las actividades de juego, recreación y esparcimiento a las que se le incita a la niña a participar, como son los juegos de té, cocina, los bebes, las muñecas, etc.
La educación de los niños en México
Al contrario del niño, que es educado para ser fuerte, reservado en sus emociones, impulsado para ser parte del trabajo fuera de casa, inculcándole dichas actividades con carritos, súper héroes, herramientas de trabajo, etc.
Desafortunadamente, esta es una construcción cultural que será muy difícil de derrocar o siquiera modificar, por el arraigo de nuestras costumbres, por las formas de pensar que tienen bien fundamentado su razón de ser en el pasado y ahora en el presente, ya que se le da prioridad a las funciones y las ventajas que puede traer el mercado por encima del buen funcionamiento del Estado y de la familia.
Cada generación va presentando nuevas modalidades y órdenes del pensamiento, pero hasta ahora esas modificaciones y transformaciones en el pensamiento no han sido lo suficientemente radicales en la materia de género, porque además, está claro que es una cuestión de conveniencias y estructuras sociales nada endebles, casi imposibles de modificar.
MoLo