EL TRABAJO DOMÉSTICO

¿Qué es el trabajo doméstico o reproductivo? ¿Qué actividades y roles los componen? ¿Qué valor cultural y económico tiene este trabajo? ¿Cuál es la historia detrás de estas actividades y roles? ¿Cuál es el verdadero valor y papel que juegan esta reproducción para el sistema patriarcal capitalista? ¿Cómo y por qué tienen que ver con estereotipos, valores y símbolos exclusivamente femeninos? ¿Cómo se convierten estos estereotipos en un deseo y aspiración "natural" y "comun" para la mujer?¿Es una opción el no ejercer estos roles o actividades para la mujer?

Los roles y estereotipos de género, son el resultado de construcciones culturales generalmente impuestas por un sistema heteronormativo patriarcal capitalista y reproducido por los integrantes del mismo, a través de sus instituciones, su población, sus gobernantes, su cultura y políticas de mercado. A partir de esto, se envian mensajes a la mujer y a la sociedad en general sobre la feminización de ciertas actividades y/o roles de lo que significa ser mujer, que a la vez marca estándares para ser una mujer "femenina", "normal", "realizada", "satisfecha" y "exitosa".

En esta sección encontrarás el análisis de algunas de las actividades o roles que son considerados como parte u obligación en la vida de la mujer y que son parte del trabajo reproductivo. Estas deberían ser entendidas como opciones y no como imposiciones, aunque sean imposiciones de tipo cultural se convierten en una presion social que influye fuertemente en la decisión de la mujer en las aspiraciones por casarse y ser madre. Las actividades y roles que tienen que ver con el trabajo reproductivo (tareas, administración y cuidados del hogar y de la familia) es cierto que no pueden dejar de realizarse, pues son esenciales para lograr un espacio y ambiente propicio para la realización de nuestras actividades cotidianas, sin embargo, no deberían verse como actividades exclusivamente femeninas, sino que su realización debe guardar un equilibrio entre los miembros de un hogar, casa o familia.

No deberían atribuirse jucios de valor en sentido negativo o peyorativo a mujeres ("sólo es un ama de casa", "házlo tú porque eres mujer") u hombres ("es un mandilon", "parece mujer barriendo", etc.) que realizan estas actividades cotidianas, o bien, que encuentren realización o plenitud personal al realizar o dedicarse a alguno de estos roles, tampoco deberían darse juicios negativos a la mujer que decide no contraer matrionio o no ser madre. La decisión de cada persona debe ser el resultado del conocimiento e información amplia e integral de variadas y distintas formas y opciones de vida a las que se es posible acceder. Además a partir de la creciente integración de la población femenina al espacio público y actividad económica, es momento de reflexionar sobre la participación e integración de la población masculina al espacio privado para lograr una compensación y balance entre las actividades publicas y privadas de hombres y mujeres de manera que se repartan equitativamente las responsabilidades del hogar. La democracia debe darse también en el espacio privado.